Marie Drago, experta en microbioma: “En esta sociedad tan limpia, todos estamos siempre inflamados, tanto por dentro como por fuera”
La científica lleva una década investigando el microbioma de la piel, desde que su estudio era una ciencia muy incipiente. Aplica sus hallazgos a las fórmulas de su marca, Gallinée


Cuando hace 10 años Marie Drago (París, 46 años) escribió su tesis sobre el microbioma de la piel, en las revistas científicas solo había unos 30 artículos sobre la materia. “Ahora habrá más de 10.000, es una tendencia en cosmética y medicina”, cuenta. Doctora en Farmacia, llegó a este campo casi por casualidad: “Me diagnosticaron pioderma gangrenoso, una enfermedad autoinmune de la piel, y aquello me hizo estudiar los procesos inflamatorios y las nuevas terapias”. Cambiando la dieta mejoró su estado: “No sé si funciona para todo el mundo, para mí lo hizo y el descubrimiento me llevó a investigar más. Había estudiado Farmacia, pero nadie me había hablado del microbioma ni de su papel en la inflamación”.
Un campo tan incipiente como emocionante que afecta a diversos órganos —de la piel a los intestinos— y que los relaciona. “Mi definición favorita de microbioma es la comunidad de microbios que viven en el cuerpo humano. Me gusta la palabra comunidad porque trabajan juntos para prevenir que lleguen otros microbios a producir una infección. Además, entrenan al sistema inmunitario para reconocer a esos ‘malos’ y no reaccionar ante todo, lo que provocaría inflamación constante. Cuando destruimos el equilibrio aparece la inflamación, porque el sistema inmune deja de regularse y todo se agrava. Por eso, en esta sociedad tan limpia, todos estamos siempre inflamados, tanto por dentro como por fuera”. Esa comunidad funciona como un ecosistema. “Si se usan muchos antibióticos, si se agrede con limpieza excesiva, si se pasa el 90% del tiempo en interiores, si hay estrés, si se está expuesto a la polución… la armonía se rompe. Eso hace que hoy sea tan común tener alergias, obesidad o diabetes. En el caso de la piel, aparecerá acné, rosácea, sensibilidad…”. El asunto del acné sirve para explicar el cambio de estrategia al que llevan estas investigaciones: “Hasta hace poco tendíamos a matar con alcohol o antibióticos todas las bacterias de la piel para acabar con una concreta, la Cutibacterium acnes. De lo que nos hemos dado cuenta es que todos la tenemos de manera natural en la cara y no hace mal. Es parte del microbioma normal. Solo una pequeña cepa, una subsección de esta familia de bacterias, es realmente perjudicial”. Antes se recurría a procedimientos agresivos que acababan también con el sebo, que es parte de la comida de las bacterias. “Al suprimir todo el sebo las bacterias mueren. Pero mueren todas. Y las que van a volver antes van a ser las más agresivas, habitualmente las que causan la inflamación del acné”. Un círculo vicioso del que se sale fortaleciendo a las bacterias ‘buenas’.
Cuando Drago fundó su marca, Gallinée, lo hizo buscando aplicar estos conocimientos y formular productos que robustecieran los contrapesos de estos microorganismos tan importantes para el bienestar global. La marca, propiedad de Shiseido desde 2022, ha ido evolucionando a la par que los avances científicos: “Siempre me interesó la nutrición, pero no hicimos suplementos hasta 2019, cuando se demostró la conexión entre lo que comemos y el estado de la piel, que se llama eje intestino-piel”. Es un campo en pleno desarrollo en el que, más allá de todos los descubrimientos que ya se han hecho, emociona todo su potencial: “Se está investigando qué es un microbioma saludable o cómo se puede predecir si va a ser resiliente. Además, se está buscando su relación con el cáncer de piel, el gran problema de salud en esta área. Sabemos que está aumentando su incidencia, pero no por qué y sospechamos que es porque el microbioma ha sido destruido. Sí sabemos que las bacterias pueden proteger contra los rayos UV y que un microbioma saludable equivale a un SPF 2 o 3. Es bajo, pero es más que nada. Hay una gran investigación al respecto. También sobre el microbioma vaginal o su papel en la menopausia”. Una serie de interconexiones que pueden explicar hasta por qué uno se levanta con el guapo subido: “Uno de los primeros artículos que se publicaron sobre el microbioma cutáneo surgió porque al istrar probióticos a ratones, su pelaje se volvía más brillante, estaban más guapos”. Un efecto secundario que puso en movimiento a la ciencia. Y, evidentemente, a la industria cosmética.
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