Sónar 2025: música cuántica, genética y baile

Este año la imagen del Sónar evoca una coreografía de grúas y camiones de gran tonelaje, un mundo mecánico e hidráulico más bien poco digital. Y quiso la suerte, o el destino, que los pitidos de una obra en la Fábrica Damm ambientasen allí esta mañana la presentación de la 32ª edición del festival, que viene de realizar la 9ª en Estambul y la 4ª en Lisboa. Diez y ocho meses de trabajo para enhebrar más de 200 actividades con protagonistas procedentes de 36 países que fueron presentadas fundamentalmente por Ikram Bouloum y Albert Salinas, programadores del festival con pasado como artistas en el mismo, así como por Antònia Folguera, comisaria del Sónar + D.

De los fundadores del festival, ya sólo Enric Palau se mantiene en la mesa, ya que Ricard Robles desempeñará durante el desarrollo del certamen tareas menos visibles. De todas también estaba figuradamente el espíritu de Sergio Caballero que como Palau indicó “igual está manejando las excavadoras de la obra”. El festival se celebrará entre los días 12 y 14 de junio en sus dos emplazamientos tradicionales, Fira Montjuich, que lo acoge este año por última vez como escenario diurno y la Fira Gran Vía para las actividades nocturnas. Además durante toda la semana habrá un sinfín de actividades distribuidas por distintos puntos de la ciudad.

El programa ofrece como cada año de lo más grandioso y espectacular a los shows de dimensiones más reducidas. Entre los primeros está Nathy Peluso, artista urbana que presentará su nuevo disco Grasa; Eric Prydz, el dj sueco que en formato de rave futurista llega para deslumbrar con un show de láser; el baile y más allá de Peggy Gou y de Fout Tet; la colaboración de la estrella electrónica Skrillex con el productor de techno Blawam en un show a cuatro manos y estrellas del house de los años noventa, ahora década en boga, como Ultra Naté. También desfilarán por escenarios grandes artistas que han sido sujetos del Sonar + D, tales como Daito Manabe y Max Cooper, expertos regateadores de la obviedad bailable. La potencia del fraseo de Pa Salieu, recitador inglés de origen gambiano que mezcla diversas formas de hip-hop con impronta africana, la colaboración entre el músico electrónico experimental Actress con la pionera en el uso y desarrollo de los sintetizadores modulares Suzanne Cianni o Arca, artista siempre sorprendente que jamás concita la apatía. A destacar la obra de danza contemporánea “A Room With A Wiev que protagonizarán el productor francés Ronne, el colectivo (La) Horde y el Ballet Nacional de Marsella, en su estreno en un festival musical.

Formatos más reducidos pero no con menor potencial pueden citarse la colaboración entre Alva Noto y Fennesz, ambos reputados especialistas en cirugía electrónica que implantan en el silencio sonidos nítidos y ruidos hermosos, en un homenaje a Ryuichi Sakamoto, con quien Alva Noto colaboró en varios trabajos y con quien actuó en el festival. También se podrá ver la colaboración entre el reputado productor y compositor Raül Rodríguez y singular cantaor El Niño de Elche, o la de Chano Domínguez con Bronquio, artista de raíces punk devenido en abrasivo artista urbano, el nuevo proyecto de María Arnal, que ha recopilado unas 14.000 voces para crear modelos de voz sintética que verán la luz en su próximo disco, producido por Alizzz, quien por cierto también actuará este año en el Sónar o Tarta Relena, el dúo vocal que entre otras cosas hermana folk y música medieval, autoras de uno de los mejores discos del pasado año, És pregunta.

El festival, de amplias fronteras, incluirá más artistas nacionales, algunos desconocidos, como la violinista de post-clásica Asia y otros ya consagrados, como el guitarrista Yerai Cortés, quien actuará dos veces, una en el Sónar Día y otra en la Fundación Miró. Por lo que respecta al Sónar +D se estructura en torno a tres ejes temáticos: la IA y la creatividad, el futuro de las industrias creativas (este ámbito más orientado a profesionales) y los mundos por venir. Tres ámbitos que implican tecnologías como la cuántica o ciencias como la genética y sus implicaciones y usos artísticos. Juega también la cuántica, un sistema no binario, con músicos que trabajarán la computación cuántica y la creación musical en tiempo real, programando sus ordenadores con códigos (nada que ver con el uso convencional de un ordenador o de programas e interfaces), hasta impresiones del propio ADN que la artista Xin Liu repartirá entre el público reflexionando sobre temas como la privacidad o la hipotética manipulación ajena del mismo.

Uniendo lo más ancestral con lo más digital, sobre una reproducción del ábside de Sant Climent de Taüll, diversos artistas lo reinterpretarán en el audiovisual, vinculando el románico con el mundo digital gracias a artistas como Alba G Corral, Massó, Hamill Industries y Tarta Relena. Como viene siendo habitual, el Sónar ha tejido esta programación en complicidad con todo tipo de centros de investigación, festivales internacionales, centros culturales, escuelas de música, programas culturales de la Comisión Europea y empresas tecnológicas para ampliar la red de os y sinergias que convertirán a Barcelona en epicentro de la creatividad digital y la música electrónica durante la segunda semana de junio.